Nuestros hogares siguen transformándose en ecosistemas tecnológicos vivos a medida que más dispositivos inteligentes entran en nuestras vidas. Se pueden hacer cosas maravillosas con las herramientas adecuadas a medida que la Internet de los objetos se generaliza. Imagínese tener un sistema de aire acondicionado automatizado que sólo se enciende a determinadas horas, para no malgastar energía. Encender su robot aspirador mientras está en el trabajo y volver a una casa limpia es como algo sacado de un libro. Esto ya no es ciencia ficción, sino un mundo en el que ya vivimos.